espesaarboleda de abetos. Era una ladera empinada, y se detuvo en la cima para tomar aliento, excusándose mirando el reloj. Eran las nueve. No había sol ni atisbo de sol, aunque no había ni una nube en el cielo. Era un día cla-ro y, sin embargo, parecía haber un manto intangible sobre la faz de las co-
Pocosrelatos resumen con tanta perfección el mundo aventurero y salvaje de Jack London como «Encender una hoguera». Escrito originalmente en 1902 para una revista dirigida al público juvenil, su autor lo pulió y modificó hasta ofrecer su versión definitiva en 1910.Mediocentenar de obras dan cuenta de la calidad y fuerza de London, que para algunos murió a los 40 años años de edad de una dolencia de riñón y para otros se suicidó con una sobredosis de morfina. Encender una hoguera guarda alguna similitud con La llamada de la selva (1903) y Colmillo Blanco (1906), tal vez sus dos obras más conocidas.
Pocosrelatos resumen con tanta perfección el mundo aventurero y salvaje de Jack London como Encender una hoguera. Escrito originalmente en 1902 para una revista dirigida al público juvenil, su autor lo pulió y modificó hasta ofrecer su versión definitiva en 1910. Esta historia de un hombre y un perro que avanzan al atardecer por un bosque MnuvstM.